Helan Rhyder

☽ About ☾

☽ Story ☾

Helan nació bajo la luz de la Luna Llena en Julio de 1705 y se crió en Kingston Harbour (Caribe) bajo la tutela de su padre, por aquel entonces Comodoro en la Armada, al servicio de la Corona Británica. Desde pequeño, había sido educado como un caballero en las ciencias y las artes; y entrenado para acabar sirviendo a la Corona como lo hacía su padre.Un buen día, durante su niñez, conoció a Amelia Somerset, la hija de una de las familias más adineradas. De su misma edad, Amelia era la mayor de dos hijas de un matrimonio de nobles que se había trasladado allí a petición de la familia del Gobernador. Ambos establecieron amistad al empezar a coincidir con frecuencia; y esa amistad, con los años, acabó convirtiéndose en algo más.Mientras tanto, empezó a notar que le ocurrían cosas extrañas, veía muy bien por la noche, no le costaba leer en idiomas antiguos como el griego y... A veces veía cosas extrañas; como aquella vez que había visto un carro plateado en la cubierta de uno de los barcos del muelle, o un caballo alado en el jardín, bajo su ventana. Cada vez que se lo intentaba decir a su padre, el mayor le reprendía y le prohibía hablar de ello. No obstante, él nunca dejó de intentarlo y su insistencia creció a medida que aquellas cosas cada vez pasaban más. Siempre obtenía la misma reacción.Quien sí le creía era Amelia, que escuchaba fascinada todo lo que él tenía que contarle o mostrarle. Él acostumbraba hacer lo mismo cuando ella le hablaba de cómo le había ido el día, sobre los libros que había leído o... Realmente cualquier cosa. Le encantaba escucharla hablar.Cuando ambos entraron en edad, Helan trató de cortejarla pero su familia no lo permitió y su padre, ascendido a Almirante, amenazó con prohibirle verla más si volvía a intentarlo e intensificó el entrenamiento del muchacho para adelantar su ingreso en la Armada.Al joven le gustaba el mar, y con el tiempo había demostrado tener madera para ser un buen navegante. Pero nunca llegó a tener nada claro si quería servir en la Armada. De hecho tenía bastante claro que no.Cuando comprometieron a Amelia con el hijo mayor del Gobernador, ambos hablaron de huir juntos; escapar y empezar de cero en otro lugar. Pero Helan no tuvo más remedio que ingresar en la Armada la misma mañana del intento fallido de huída. Pasados unos meses en alta mar, volvió a puerto para enterarse de que Amelia ya se había casado. Separado de ella, Helan encontró refugio entre las olas, en las noches bajo la luz de la luna, en las mareas...A veces se subordinaba cuando no estaba de acuerdo con algunas de las prácticas que llevaban a cabo y lo amonestaban. No obstante, su talento para la navegación le brindó popularidad entre los soldados y empezó a ganarse el orgullo de su padre. Hasta que llegó el día en que se encaró con él tratando de salvar a la tripulación de algo que sólo él podía ver. Su padre, ahora Almirante, no aguantó semejante humillación y arrancó las mangas de su chaqueta, expulsándole de la Armada. El navío acabó destrozado y él fue el único superviviente, quedando a la deriva sobre unos tablones.El Capitán del Susurro de Calypso, el barco pirata que le encontró, decidió ofrecerle un puesto entre su tripulación y Helan aceptó.

Los años que pasó en el Susurro de Calypso fueron los más felices de su vida. Por fin había probado lo que era la libertad. No precisamente en cuanto a leyes o normas sociales se refiere; sino para ser él mismo. No tenía que esconder demasiado sus dones ya que al capitán le interesaron desde el primer momento en que notó que el muchacho era especial.Una noche, mientras estaba en cubierta leyendo una de las cartas de Amelia en la que le contaba que estaba embarazada, su madre se puso en contacto con él para pedirle que fuera a ayudar a alguien que le necesitaba.Aquel alguien resultaba ser una peña niña de ocho años que, según su madre, era hija de Helios e iba a ser sacrificada por un aquelarre de brujas.Helan persuadió a su capitán, con quien había establecido una fuerte amistad, para ayudarle. Con rayos de luz lunar como guía, pusieron rumbo a la isla en la que las brujas retenían a la pequeña Desa.Su madre le advirtió de que las brujas eran peligrosas, así que se esforzó en convencer a la tripulación para dejarle desembarcar en la isla solo.Aquello se le complicó aún más de lo que ya esperaba. Pero al final consiguió rescatar a la niña y embarcar de nuevo en el Susurro. Aunque no sin un coste: las brujas le maldijeron con la Marca de Thessaly, una marca que, durante el cuarto menguante de la luna, provocaría que perdiera el control de sí mismo (problemas de ira, enajenación).Al parecer, la niña era huérfana y se negaba a separarse de él. De modo que también se unió a la tripulación y él quedó a su cargo y cuidado.Poco tardó en querarla como si fuera una hermana pequeña, estaba encantado con ella. Era fuerte, dulce y risueña... Y él la había estado feliz y a salvo durante los dos próximos años.La primera luna de cuarto menguante que notó los efectos de la maldición lo pasó mal, se perdió completamente así mismo y la tripulación le costó retenerlo; casi no lo cuenta ninguno de ellos. Pero, a partir de entonces, aprendieron a aislarse. Cuando el momento se acercaba, le dejaban abandonado en una pequeña isla desierta en medio del mar.Por desgracia, su suerte cambió la noche que unas Furias aparecieron de la nada y les atacaron. Era noche de cuarto menguante y no les dio tiempo a dejarle en la isla antes de que las Furias llegaran. Así que tuvo que quedarse a pelear mientras intentaba, sin éxito alguno, mantener a raya la influencia de la marca que portaba. No paraban de llegar y aquello le hizo mella. Justo al final, Helan derribó a una furia más. Pero fue demasiado tarde cuando notó que era mucho más pequeña que el resto.El shock fue tal al ver a Desa agonizando en el suelo que volvió en sí de golpe.Fue incapaz de superar aquello y, destrozado, se prometió a sí mismo que lo arreglaría. Y, así, no descansó hasta que por fin estuvo en el Inframundo. Allí logro un trato con el Rey que consistía en que Desa le acompañaría hasta la salida del Hades, pero caminaría detrás de él y no debía volverse a verla hasta haber salido.Justo cuando estaban a punto de conseguirlo, el instinto venció a Helan cuando Desa estuvo a punto de caer por una grieta del suelo. No puedo hacer más que mirar cómo le fallaba a la niña de nuevo, que se desvaneció poco a poco ante sus ojos.Con el corazón roto y la culpa aplastándole el pecho, Helan rezó a su madre para que le ayudara, para que le devolviera a la niña y le quitara la marca puesto que no quería hacerle daño a nadie más. Selena lo sumió entonces en un sueño eterno, en el que no podía envejecer ni morir.Y así permanecería hasta que estuviera listo para despertar.

☽ The Mark ☾

La Marca de Thessaly es una maldición que, al activarse, brinda de mayor fuerza, energía, agilidad y resistencia a su portador, quien pierde el control sobre sí mismo, llevándole a un estado de enajenación que le aísla de la realidad.Se activa en momentos específicos. Principalmente en el que se indique a la hora de ligarla a una persona. Pero, si el portador no es capaz de controlarla, también pueden ser momentos de estrés continuado como puede serlo, por ejemplo, una batalla.Es también conocida como la Maldición del Peón ya que existe una aplicación por la cual, a través de un objeto ligado tanto a la Marca como al portador, éste queda subyugado a quien posea dicho objeto y sepa cómo utilizarlo. En su caso, se trata de una daga de plata y piedra lunar forjada bajo la luz de la Luna Llena en cuyo filo aparece grabada la palabra clave siempre que se diga en voz alta.La Daga Lunar apareció en su mano la primera vez que la marca se activó y la ocultó antes de que su madre le indujera al sueño eterno.El ritual necesario para maldecir a alguien con la Marca se hace bajo un eclipse (lunar o solar). De modo que solo alguien con la sangre de Selena o Helios puede ser portador de la misma. No es un ritual que suela hacerse con frecuencia debido a la naturaleza imprevisible de los portadores, ya que la influencia de la Marca los hace realmente peligrosos si no son capaces de mantenerla a raya.

En el caso de Helan, cuando no fue capaz de deshacerse de la Marca de Thessaly, rezó a su madre para que le ayudara. Selena, como a Endymion, lo sumió en un sueño eterno, sin envejecer, sin morir; lleva casi trescientos años dormido.Dormido estaba sumido en un sueño constante, poniéndole a prueba una y otra vez con el objetivo de aprender a controlar la Marca. Solo cuando estuviera listo despertaría.No obstante, debido a que un portador de la Marca puede llegar a ser un arma peligrosa para quien lo controle, Erís acabó haciéndose con su cuerpo y encerrándolo en un lugar remoto del Tártaro con el objetivo de usarlo en un futuro cuando consiguiera despertarlo.

☽ Trivia ☾